Redes autónomas Nivel 4: de la idea a la realidad

Publicado en Telesemana

por Pablo Bertrand

Publicado en Telesemana por Pablo Bertrand

Pocos años atrás, el concepto de redes autónomas se seguía manejando en la industria como un tema idealista y poco relevante para operadores productivos con prioridades diferentes. Es en el último año que ha ganado terreno, hasta lograr ser un tema central en un evento del porte del DTW Ignite 2025. Y no podía ser de otra manera: en el momento en que la inteligencia artificial avanza lo suficiente para comenzar a materializar el sueño de las redes autónomas, un mercado como el de las telcos no puede ignorar una propuesta que le dé espacio a unos márgenes de ganancia cada vez más ajustados.

TM Forum clasifica la autonomía de red en seis niveles: desde el control totalmente manual (nivel 0) hasta la autonomía completa sin ningún tipo de intervención humana (nivel 5). Un informe de 2024 situaba el promedio de madurez de operadores de cuatro continentes en torno a 2.5, lo que en la práctica refiere a tener automatizaciones puntuales (en la forma, por ejemplo, de módulos OSS) pero con necesidad de supervisión constante. Frente a esto, el nivel 4 de autonomía demanda que la red se autogestione, se autooptimice y se autorrepare, traduciendo los objetivos de negocio en acciones técnicas, reduciendo costos operativos en más de un 50 por ciento, al tiempo que se mejora la satisfacción del usuario y optimiza el consumo energético.

Desde el punto de vista técnico, el salto a nivel 4 requiere integrar capacidades de inteligencia contextual y arquitecturas modulares alineadas con el Open Digital Architecture. Sin embargo, el mayor desafío parece verse desde la perspectiva ejecutiva, que implica alinear gobernanza, invertir en talento y establecer KPIs claros que midan el retorno de la automatización.

Hacia la gestión activa

El Blueprint Industry Level 4 de TM Forum describe el nivel 4 como un “entorno complejo y multi-dominio en el que el sistema habilita la toma de decisiones basada en análisis predictivo o gestión activa de bucle cerrado de redes orientadas al servicio y la experiencia del cliente, mediante modelado de IA y aprendizaje continuo”. Para llevarlo a cabo, se exige una automatización que limite las intervenciones manuales al reemplazo o reparación física del hardware. Este modelo se apoya en gemelos digitales distribuidos y modelos de IA, orquestados a través de un mapa de redes autónomas y evaluado por el AN Level Assessment Service, que compara objetivamente la madurez de los operadores.

TM Forum planteó, a fines del año pasado, una hoja de ruta que recorre de 2025 a 2027 la implementación de 20 escenarios de alto valor (como gestión de fallas en core y RAN, provisión zero‑touch y optimización dinámica de tráfico) y extiende la visión hasta 2030 para cubrir casos de extremo a extremo más complejos. Este recorrido se estructura en tres capas jerárquicas: negocio (traducción de intenciones de servicio), servicio (orquestación multi‑dominio) y recurso (componentes autónomos), cada una sustentada en indicadores claves de negocio, de servicio y de capital. De este modo, los operadores disponen de un marco claro para planificar inversiones, diseñar pilotos y medir resultados en términos financieros y de experiencia de cliente.

En América Latina, la hoja de ruta hacia el nivel 4 arranca desde un punto medio de madurez, donde la heterogeneidad de infraestructuras legacy y la dispersión de datos en silos propietarios definen los principales cuellos de botella. De todas formas, se observan iniciativas locales que avanzan más allá de pilotos tradicionales. Telecom Argentina, por ejemplo, creó una Autonomous Network Transformation Office que lanzó casos de uso de alto impacto en Wi‑Fi residencial, logrando cerrar bucles de medición y acción que redujeron los reclamos por fallas y reinicios accidentales. Telefónica, con su programa Autonomous Network Journey, participa en la evaluación de fault management de core e IP, sentando las bases para extender la autonomía a la RAN. Antel Uruguay, por su parte, formó parte de la primera fase de estas pruebas piloto, mostrando un compromiso temprano con la automatización de red.

Casos para seguir

Lo ocurrido en DTW Ignite 2025 reforzó esta conjetura. En junio, TM Forum presentó la guía de implementación de nivel 4 y el servicio de validación Autonomous Networks Level Assessment and Validation, mientras que China Mobile exhibía su capacidad de detección y remediación automática de fallos en tiempo real y Telefónica hacía lo propio con su proyecto Fractal de planificación inteligente para 5G. Estas demostraciones confirman que el nivel 4 es más que aquel concepto idealista y que los operadores ya deberían estar conformando su hoja de ruta para avanzar en este camino junto con el resto de la industria.

La convergencia de definiciones claras, casos de uso validados y herramientas de evaluación, plantea un escenario en el que la región podría pasar de la autonomía parcial a los niveles 3 y 4 en poco más de un ciclo tecnológico. Sin embargo, se necesita un equilibrio entre la ambición técnica y gobernanza local, entendiendo que cada país y cada operador enfrentan regulaciones, presupuestos y demandas de conectividad diferentes. Este desafío es tan amplio como difícil de abordar, dado que implica un completo cambio de paradigma en el negocio telco: aún hasta hoy, las decisiones tecnológicas se toman por los diferentes equipos acorde a sus presupuestos y objetivos, generando silos de tecnologías que no se comunican entre ellas y solo hacen las integraciones básicas necesarias. Un claro ejemplo se ve en los inventarios paralelos que llevan los operadores según la tecnología, en lugar de un sistema único que pueda operar transversalmente. La progresión histórica nos deja tecnologías que se van agregando una sobre la otra, y supone un desafío enorme querer modernizar la red al mismo tiempo que se sigue operando.

La contrapropuesta es que, en lugar de diseñar los sistemas desde abajo hacia arriba, se propongan desde arriba hacia abajo, con estrategias y políticas operativas alineadas en toda la organización. Ejemplos de esta capacidad se ven en operadores greenfield que sí tuvieron la posibilidad de planificar la red entera desde cero, y que hoy son capaces de orquestar y optimizar la red de extremo a extremo, como Rakuten Mobile en Japón. La planificación, presupuestación y operación basadas en estrategias organizacionales marcan el camino a la alta automatización buscada en el nivel 4, que permite reducir los costos operativos, disminuir los tiempos de respuesta a incidentes y acercarse más a un servicio de excelencia para los abonados.

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