Confiable, segura, con gran cobertura, veloz y de ultra baja latencia. Esas son las principales características de una red privada LTE (long term evolution): una red inalámbrica que cubre las necesidades de conectividad industrial. Esta tecnología multiusuario ayuda a incrementar la eficiencia de las operaciones, al mismo tiempo que permite controlarlas en tiempo real de manera remota.
Además, da soporte a todas las aplicaciones verticales de misión crítica (por ejemplo, aquellas que permiten controlar máquinas a distancia en una mina). Proporciona conectividad confiable y predecible para automatizar las operaciones, garantizar la seguridad y la protección, y llevar a las empresas a nuevos niveles de calidad y productividad.
¿Cómo proteger y asegurar las operaciones industriales?
Las industrias deben responder de manera ágil a los cambios en el mercado y a las exigencias de clientes. Esto implica transformar la manera en que hacen su trabajo y optimizar sus operaciones en tiempo real.
La transformación digital y la automatización de procesos son clave para responder a la manera veloz en la que se mueven los negocios. Las redes privadas LTE se convierten en un aliado fundamental, que permite a las industrias estar hiperconectadas y garantizar el funcionamiento de las operaciones en tiempo real.
Robots para la industria y su potencial con redes privadas
La modernización industrial incluye, entre otras cosas, la incorporación de vehículos conducidos automáticamente; se trata de robots que se mueven de manera autónoma (sin conductor). En general, se usan para transportar cargas, sobre todo para tareas repetitivas y con alta cadencia. Su principal beneficio es que garantizan el traslado de materiales de forma ininterrumpida, pero para lograrlo requieren una conexión inalámbrica óptima.
Aquí es donde entran las redes privadas LTE: son ideales para procesos como este, porque tienen baja latencia (es decir, disminución en el tiempo de respuesta). Esto reduce las fallas y aumenta la eficiencia de las operaciones.
Veamos un ejemplo. La planta de Nokia en Oulu (Finlandia) fabrica y diseña productos de telecomunicaciones. Para automatizar uno de sus procesos, incorporaron un vehículo inteligente autónomo (AIV, por su sigla en inglés). Este AIV funcionaba con una red wifi que cubría la zona entre dos puntos, pero pronto esta red se volvió insuficiente, ya que la conectividad se perdía en el recorrido (y requería intervención manual para restablecerse, lo que dificultaba el trabajo de los operarios).
Así, se implementó una red inalámbrica privada (4,9G/LTE), que garantiza una conectividad segura y estable de todos los activos dentro y fuera de la fábrica. De esta forma, el AIV puede cumplir funciones en cualquier lugar de la planta sin que se interrumpa la conexión.
El aporte de las redes privadas para operaciones de misión crítica
Cuando hablamos de sistemas de misión crítica, nos referimos a aquellos que se consideran esenciales para el funcionamiento de un proceso o negocio y cuyo fallo o interrupción tendrá un grave impacto.
Para industrias con operaciones de misión crítica, una red privada LTE presta servicios de comunicación de forma ininterrumpida. Se usa en grandes empresas en todo el mundo, desde servicios públicos y minería hasta fabricación, aeropuertos y puertos que requieren una red que mantenga el ritmo de las operaciones, debido a que la interrupción en la comunicación traería graves inconvenientes.
Pensemos en el siguiente ejemplo: en un aeropuerto, las comunicaciones entre la torre de control y un avión que está por aterrizar no pueden cortarse en ningún momento, ya que esto pondría en peligro el proceso (y la vida de quienes viajan). Además, esta comunicación tiene exigentes requisitos de baja latencia, es decir, que la información desde y hacia la torre de control debe llegar lo más cercano al tiempo real para que la toma de decisión sea instantánea.
¿Por qué es una alternativa más adecuada que una red wifi?
Las redes privadas usan un espacio del espectro dedicado exclusivamente para sus procesos. Por este motivo, es más eficiente y segura que una red wifi, ya que se evitan los conocidos problemas de saturación e interferencia de las bandas de uso libre.
Adicionalmente, este tipo de conexión garantiza el control de las operaciones, dado que cubre cada rincón de un terminal con banda ancha móvil que permite el flujo de información entre empleados y máquinas, fundamental para el monitoreo en tiempo real y para una rápida respuesta en caso de que algo suceda.
¿Qué podemos hacer con redes privadas LTE para la industria?
- Controlar maquinaria de manera remota o en sitio.
- Brindar conectividad a cámaras de seguridad para planta y vigilancia de las operaciones.
- Recopilar datos ambientales a partir de sensores de baja potencia.
- Controlar grúas, AGV y carretillas elevadoras con control remoto, autónomas y colaborativas.
- Calcular la trayectoria de vehículos, maquinaria y personal para optimizar los flujos de trabajo.
- Utilizar aplicaciones de comunicaciones PTT (push-to-talk), como walkie-talkies.
- Proteger datos almacenándolos y procesándolos en una red completamente privada.
- Localizar activos con gran precisión, incluso cuando estén dentro de las instalaciones y sin cobertura de GPS.
- Estudiar las anomalías en la línea de producción a partir de análisis de video en tiempo real.